Los sonorenses y la revolución mexicana

Alvaro Obregón
Después de haber tomado la plaza de Nogales el 13 de marzo de 1913, el Coronel Alvaro Obregón se dirigió a Cananea, la que se le rindió el 24 de marzo, y el día 13 de abril tomaba Naco con lo que la frontera sonorense quedó bajo el control de los Constitucionalistas.

Mientras, el Gobernador de Coahuila, Venustiano Carranza, proclamaba el 26 de marzo el Plan de Guadalupe desconociendo al gobierno de Victoriano Huerta, y el Gobernador de Sonora, José María Maytorena,  hizo lo mismo, aunque pidió licencia y se fue a Tucsón. Un mes después regresó a Sonora y le ofreció su colaboración al Gobernador Interino, Ignacio L. Pesqueira, mientras que Obregón se dirigía al Sur del Estado a combatir a los huertistas.

Así pasó esa primavera, y mientras que Maytorena intentaba recuperar su posición de Gobernador Constitucional del Estado, apoyado por Venustiano Carranza, que veía la propia como Gobernador de Coahuila reflejada en la situación de Maytorena, por otro lado un grupo de revolucionarios sonorenses se oponía al regreso de Maytorena a la gubernatura sonorense.

Jose María Maytorena
Así fue cómo en Sonora los revolucionarios se dividieron en dos facciones: por un lado los Pesqueiristas se oponían a Maytorena, entre quienes se encontraba el mismo Gobernador Interino, Ignacio L. Pesqueira, quien obviamente no veía con buenos ojos devolverle la gubernadura a Maytorena, también Roberto Pesqueira quien había sido nombrado Jefe de Aduanas, y el Coronel Plutarco Elías Calles. Mientras que en el otro bando, Obregón, quien se recuperaba de una reciente operación quirúrgica,  apoyaba a Maytorena como represalia contra el Gobernador Pesqueira quien había intentado menoscabar el poder de Obregón al nombrar a Salvador Alvarado jefe de las fuerzas militares en Sonora.

Es decir, la división de los revolucionarios constitucionalistas sonorenses se presentó entonces entre los Pesqueiristas, que representaban al Norte del Estado, y el grupo de Maytorena, que representaba a los poderes del Sur de la entidad.

Para resolver esta situación, Alfredo Breceda, representante de Carranza, propuso que se celebrara aquí, en Nogales, una reunión entre los actores de ese conflicto para resolver sus diferencias. Esta sería la primera de varias juntas realizadas en esta frontera para intentar suavizar estas fricciones, aunque al fin todas resultaron infructuosas.

Presidencia Municipal de Nogales
En esta primera reunión, realizada a las ocho de la noche del 28 de julio de ese 1913 en el edificio de la Presidencia Municipal, que entonces se encontraba ubicado en la esquina de Campillo y Juarez, en donde actualmente está Correos, se reunieron el Gobernador Interino, Ignacio L. Pesqueira, acompañado de Alvaro Obregón,  Plutarco Elías Calles, y el Gobernador con licencia, José María Maytorena, además de Alfredo Breceda y otros más.

No se sabe a ciencia cierta lo que ocurrió en esta junta ya que difieren las versiones de lo sucedido, aunque debió tratarse la aceptación o el rechazo a entregarle el poder ejecutivo del Estado a José María Maytorena, quien técnicamente era Gobernador con licencia. Bajo estas circunstancias, todos intentaron ganar terreno: mientras que los opositores a Maytorena trataron de condicionar su aprobación a que éste accediese a eliminar a sus amigos de su gobierno, además de que les explicara cual sería su programa de trabajo, Maytorena por otro lado se negó con evasivas a acceder, ya que al hacer públicos sus planes disminuiría su fuerza; por otro lado, Obregón apoyó el regreso de Maytorena, basándose en su oposición al grupo de los Pesqueiristas.

El 3 de agosto, Maytorena reasumía en Hermosillo la Gubernatura de Sonora, “siendo mi primer acto reponer a Obregón en su puesto de Jefe de las fuerzas de cuyo cargo había sido destituido por mi antecesor.” Con esta acción, intentaba ganarse para sí la lealtad de Obregón, después de que éste le había confesado en Nogales que no aceptaría el ofrecimiento que le había hecho Carranza de nombrarlo Jefe de las Armas en Chihuahua. En ese caso, le había dicho Obregón, mejor renunciaría a la revolución y se retiraría a vivir como un ciudadano más en  Los Angeles, California.

Y  aquí vale que nos preguntemos: ¿Es factible que Obregón se retirara a la vida privada? ¿Abandonaría todas sus aspiraciones militares y políticas futuras? Sabemos, la Historia nos lo confirma, que Obregón optó por un camino intermedio. Sí, se retiró de la política activa durante esos meses y dedicó a los negocios aquí, en Nogales, pero no fue un retiro definitivo ya que en 1919 lanzó su campaña a la Presidencia de la República, a través de su Proclama Nogales, campaña que provocó la oposición de Carranza, lo que a su vez desembocó en el Plan de Agua Prieta y en la muerte de Carranza, seguido todo por el  triunfo del obregonismo y la culminación del asesinato de Obregón mismo. Pero nadie podía prever esos sucesos aún aunque  cabe recordar aquí la frase romana de que, ya entonces, “la suerte estaba echada.”

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