Planchas de Plata de la Arizona
Ya conocimos en el artículo anterior de
esta serie a los primeros pobladores no indígenas, lo que ocurrió alrededor de 1720 y 1730, en
el río Santa Cruz al Este de Nogales, principalmente en Buenavista y en Santa Bárbara. Pues bien, otra de las regiones dentro del
municipio cuya historia se remonta a la misma época es Planchas de Plata o La
Arizona, situada al Oeste de nuestra población.
La fama del lugar empezó a finales de octubre de 1736, cuando un indio yaqui descubría a flor de tierra enormes yacimientos de plata
cerca del puesto de la Arizona, en un sitio entonces despoblado, aunque en unas
pocas semanas el lugar se llenó de gambusinos que, a hachazos y con bueyes,
arrastraban los enormes trozos de plata pura, el mayor de los cuales se calculó
que pesaba unas 150 arrobas (alrededor de 2 toneladas).
El Cap. Juan Bautista de Anza, padre
del descubridor de San Francisco cuyos restos descansan en Arizpe, y quien vivía en Fronteras, en su carácter de
Justicia Mayor se preparó para ir a investigar el hallazgo. El problema al que se enfrentaba era que si éste era yacimiento
natural únicamente se cobraría el impuesto del quinto real aunque si se trataba de
un tesoro enterrado, éste le correspondería totalmente al Rey.
Como paso inicial, nombró a los Padres Cristóbal de Cañas de Arizpe, José Toral de Banámichi y Juan de Echagoyan de Baviácora a que emitieran una opinión legal sobre la procedencia de la plata. Luego se dirigió al lugar del descubrimiento en noviembre, y
Como paso inicial, nombró a los Padres Cristóbal de Cañas de Arizpe, José Toral de Banámichi y Juan de Echagoyan de Baviácora a que emitieran una opinión legal sobre la procedencia de la plata. Luego se dirigió al lugar del descubrimiento en noviembre, y
habiendo arribado a este
puesto ayer tarde veinte del corriente ... pasé por vía de providencia a poco
que arribé a expedir despacho a Dn Bernardo de Urrea mi lugar theniente en esta
jurisdicción que asiste en el Realito del Agua Caliente…
todavía hoy podemos encontrar, cercano al Arizona, al manantial de
agua templada cuyo nombre original fue Real de Nuestra Limpia Concepción del
Agua Calienteo(sitio que aparece en el mapa interactivo que incluyo), Real fundado poco antes por el Alcalde Mayor de Sonora, el Barón
Gabriel Prudhom Butrón Heider y Mújica, manantial cuyo líquido es aprovechado actualmente
para llenar unos pequeños represos, aunque al visitante actual no hay nada en el sitio que le hable de la
fama que tuvo alguna vez:
para que notificase a
todas las personas que en el se hallan, manifestasen y entregasen todas las
porciones de plata conque se hallan las depositasen en si con cuenta y razón
... y para proceder a la averiguación del modo y circunstancia con que se ha
hallado y se hallan dichas bolas y planchas de plata...
En la investigación del hallazgo se halló que las planchas de
plata
estaban enterradas en la
tierra una cuarta y media vara [ó sea un máximo de 15 cm], y la más grande de las
planchas descubierta por Joseph Fermín de Almazán que con lo que se le ha
quitado y lo que está en ser para partir y poder cargarse para sacar donde
conviniere, tendría el peso cien arrobas [poco
más de una tonelada] y es tan macisa que
parece fundida y en el centro tan blanca como otra cualquiera plata purificada
Pocos días después de la llegada de Anza al lugar, se tuvieron que suspender temporalmente las
averiguaciones debido al arribo de las épocas, navideña y del año nuevo, y al continuar las declaraciones en enero
siguiente, Anza resumía lo que hasta entonces había sido encontrado: “... bolas y planchas de plata de más de
cien arrobas ... otras con algún tepetate, guija, o metal y cortado con más de
200 arrobas...” (un total de alrededor de 3.5 toneladas). La plata
econtrada fue embargada y se fue almacenando en el rancho de Santa Bárbara de
la familia Romero en el río Santa Cruz, lugar que ya hemos conocido en el
artículo anterior, mientras se llegaba a una conclusión.
La averiguación continuó por muchos
años mientras que el constante asedio de los apaches y el agotamiento del metal
de la superficie forzó al abandono del sitio aunque fue quedando en la memoria
colectiva sonorense el recuerdo de aquel hallazgo de las Planchas de Plata de
la Arizona, con esa vocación que tenemos por los tesoros enterrados,
continuamente alimentando a través de los años la memoria de aquella riqueza hallada
e incrementando la fama del lugar, al grado de que se llegó a conocer como La Arizona a toda esa región que fuera conocida durante la Colonia como Pimería Alta, y al establecerse por la nación vecina un entonces Territorio en esa región, el nombre de Arizona le fue heredado al mismo. Esa es la razón por la que actualmente el Estado de Arizona lleva ese nombre, en honor de un lugar situado al Suroeste de esta población.
Pasaron los años, y después de las
expediciones filibusteras a Sonora a mediados del siglo XIX, algunas como la de
Raousset de Boulbon que fuera motivada precisamente por la búsqueda de Las
Planchas de Plata de la Arizona, seguidas por el Imperio de Maximiliano, un bisabuelo de
quien escribe estas notas llegó desde su natal Inglaterra y, tras de casarse
con una sonorense, estableció el rancho de la Arizona en el lugar.
Y así, nuevamente pasaron los años, y
con la paz porfiriana, en 1884, al fundarse el Municipio de Nogales, la ley correspondiente en su artículo primero estipulaba que quedarían ubicadas dentro del nuevo municipio, "los minerales de Planchas de Plata, Pajarito, Promontorio, Plomosa y Durazno”
Hoy, la antigua Planchas de Plata se
encuentra casi desierta. Unicamente se aprecian los viejos terreros, las ruinas
de antiguas construcciones y un túnel horizontal que atestigua que alguna vez
hubo una mina en el lugar.
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