El error en la frontera

Ya vimos en el artículo anterior de esta serie cómo se midió la frontera actual entre Sonora y Arizona. Lo que no se sabía en ese momento es que esta medición fue mal realizada, con el resultado de que México perdió indebidamente alrededor de 854 kilómetros cuadrados de acuerdo con la memoria de esta mensura, publicada en 1901. Recordemos:

Después de que William H. Emory terminara la medición de su porción de la frontera en el entonces Rancho de Los Nogales, lugar en el que encontró la intersección de la cañada con el meridiano 31° 20’ y en la que erigió la mojonera número 26, regresó a Washington a terminar los planos de la nueva frontera. Pasaron los años, y el establecimiento de la aduana de Los Nogales en 1880, seguida por la inauguración del ferrocarril en 1882, llevaron a que el gobierno del Estado reconociera que aquí surgiría una nueva población. De esta manera, fue cómo en julio de 1884 fueron fundados legalmente la población y el municipio de Nogales alrededor de aquella mojonera de piedras.

La cantina de Brickwood y la mojonera internacional
Sonora está a la derecha y Arizona a la izq.
Durante todo este periodo de tiempo, aquel monumento internacional, la mojonera, era conservado más como curiosidad que como lo que era, ya que se veía a la frontera como algo imaginario, ya que no había absolutamente nadie que controlara el cruce internacional y porque los pasaportes serían establecidos hasta 1917, por lo que los nogalenses cruzaban diariamente la frontera sin percibir que pasaban de una nación a otra. Además, del lado estadounidense de la línea fronteriza no había calle Internacional, por lo que los edificios arizonenses, la mayoría de madera, se amontonaban sobre la frontera misma, disputándose la cercanía a ésta.

De esta manera cumplió Nogales diez años, y sobre la pared que daba a Sonora de la cantina de John Brickwood, situada del lado de Arizona de Nogales, el curioso podría preguntar qué significaba aquel montón de piedras que se recargaba contra su pared sureña, y tal vez el mismo Brickwood le respondería que servía para delimitar los límites entre ambas naciones (Arriba se muestra una fotografía de entonces, con la mojonera internacional).

El Monumento 122 en la actualidad
Fue entonces cuando, para resolver el problema de lo efímero de las mojoneras internacionales, ambas naciones integraron otra Comisión binacional para remedir la frontera, con la meta de reemplazar las mojoneras de piedra con obeliscos de metal y colocar otros más en donde fuera necesario, por lo que John Whitney Barlow y Jacobo Blanco fueron encargados de esa tarea, la que realizaron entre 1891 y 1896, incrementando los monumentos internacionales de 52 a 258, aunque hoy hay más.

En Nogales la mojonera de piedras que había sido erigida en 1855 por Emory fue sustituida por el obelisco No. 122. El mismo que hoy puede ser visto a unos pasos de la garita internacional de la Calle Elías, precisamente en el mismo lugar de la mojonera original.

Sin embargo, durante esta medición fueron encontrados varios errores en la mensura de Emory, los que podemos dividir en dos clases: aquellos situados a lo largo de los paralelos 31° 47',  y el 31°20´aunque el principal error había surgido de la ubicación original del meridiano 111.°

El primero de estos errores puede entenderse como derivado de la imprecisión de los aparatos de aquel entonces para determinar los paralelos 31° 47´ y 31° 20´, con el resultado de que la frontera no esté formada por una línea recta sino por una sucesión de líneas que, ondulando, a veces van más hacia el Norte y otras más hacia el Sur del paralelo correspondiente, aunque el resultado neto es que México pierde aquí poco menos de 84 kilómetros cuadrados.

En Nogales, por ejemplo, el paralelo 31° 20´se encuentra a unos 60 metros más hacia el Norte de como se estableció la frontera, lo que se puede apreciar en la imagen de abajo, en la que aparece, en color amarillo, el paralelo 31° 20´, y en rojo como fue establecida la frontera. Gracias a Google podemos encontrar hoy estas diferencias que fueron muy difíciles de establecer a finales del siglo XIX.



Sin embargo, los comisionados encontraron que el principal error había surgido cuando, estando en Nogales, Emory había medido al meridiano 111° como situado a poco menos de 12.7 kilómetros más hacia el Oeste del centro de esta población, siendo que en realidad éste se halla a unos 5.5 kilómetros, o sea cerca de la Garita No. 3 como se aprecia en la imagen de abajo. Esto es verificable directamente por quienquiera que tenga acceso a las herramientas actuales de Internet.  Debido a este error, México perdió, indebidamente, una cuchilla en forma de “rebanada de pastel” de 770 kilómetros cuadrados. La causa original de este error debió deberse a la dificultad que había para encontrar la hora precisa en un punto dado, ya que éste es un factor determinante para encontrar su longitud.


Sin embargo, y regresando a una visión general de esos errores, tenemos  que la pérdida total para México, resultante de la suma de ambos fue de alrededor de 854 kilómetros cuadrados.

La Secretaría de Relaciones Exteriores reclamó, el 7 de marzo de 1896, a la nación vecina esa superficie de terreno, aunque Estados Unidos le respondió al embajador mexicano, Matías Romero, el 21 de julio de 1897 en un oficio con varios argumentos, diciéndole que el Tratado de la Mesilla estipulaba que la única corrección posible sería siguiendo el “…derecho de gentes…”, y además agregaba que la tarea de relocalizar dentro de Estados Unidos a todos los habitantes que quedarían dentro de México, hacía prohibitiva la operación.

En respuesta, México contestó con otro oficio fechado el 9 de agosto siguiente (cuya imagen muestro a la derecha) en el que decía que precisamente, siguiendo el “derecho de gentes” era que se hacía la reclamación ahora; además, para evitar los gastos de relocalización propuso un intercambio: que se le cediera una franja de terreno en el “escalón” limítrofe el que debería tener esa misma superficie, ya que era una región despoblada y de esa  manera no se afectarían los derechos de nadie. 

En respuesta, William Day, Subsecretario encargado del Depto. de Estado, le dijo que “…este Departamento ya toma ese asunto en consideración…” Sin embargo, sobrevino después la revolución mexicana y el asunto quedó olvidado hasta nuestros días. 

Comentarios

Entradas más populares de este blog

Los Hohókam

La cultura Trincheras

El Culto a San Francisco en Magdalena