Tucsón entre 1850 y 1870

En el anterior artículo de esta serie vimos la historia de Tucsón hasta el Tratado de la Mesilla. Ahora veremos las consecuencias que tuvo éste sobre su población y las diferentes respuestas de los involucrados. Pero no nos adelantemos y veamos:

El Apache Cochise
Probablemente el primer incidente xenófobo regional ocurrió en 1859 cuando, como consecuencia de la fallida expedición filibustera de Henry Crabb a Caborca, corrieron rumores de que los vaqueros mexicanos del rancho El Reventón, cerca de Tubac, preparaban una revuelta contra sus patrones. El capataz del rancho, George Mercer, detuvo a varios vaqueros, los azotó y les cortó el cabello, llevándose en el proceso parte del cuero cabelludo y una oreja de uno de los vaqueros. Pocos días después fue asesinado un tal Greenbury Byrd, cerca de su casa en Tumacácori supuestamente por los mexicanos que habían sido castigados.

El Tte George N. Bascom
Pero no se quedaron allí las cosas, el 9 de mayo, una banda de anglos armados  pasaron por el valle de Sonoita  encabezados por un buscapleitos, William Ake. Iban corriendo a todo mexicano que encontraban, y cuando llegaron a una destilería de mezcal, al ver que se acercaban huyeron los lugareños, aunque tres mexicanos y un yaqui fueron muertos por la banda. 

La noticia de esta violencia corrió como reguero de pólvora y todas las minas de la región tuvieron que parar sus trabajos debido a que se quedaron desiertas. Mientras, en Santa Cruz “toda la población masculina se puso bajo las armas y se preparó a resistir una invasión.” Fue entonces que los empresarios mineros arizonenses se reunieron y publicaron una condena “contra la banda de forajidos” y prometieron que serían protegidos “todos los mexicanos que deseen trabajar.”

Para entonces, el gobierno estadounidense había establecido Fort Mason a finales de 1856, cerca de donde hoy se encuentra la Planta de Tratamiento de Aguas Residuales de Nogales, Arizona. 
Ruinas de Fort Buchanan en 1914

Este fuerte fue cerrado en marzo de 1857 y cambiado a Fort Buchanan, tres millas al suroeste de Sonoita actual, en donde duró hasta 1861. Después seguiría Fort Crittenden, cerca de Buchanan, establecido en 1867 y que duró hasta 1873.

Mickey Free ya adulto
Sin embargo, la política de los soldados fue similar a como había sucedido desde antes en la región, ya que mantenían el principio de: “nosotros sabemos cómo resolver los problemas.” 

Así sucedió con el llamado de Incidente Bascom, cuando un grupo de apaches se robó a un niño, Mickey Free, de una casa cuyas ruinas aún pueden ser vistas cerca de Patagonia (yendo desde Nogales, éstas se pueden ver arriba de una lomita, pegadas al camino del lado derecho, un poco más adelante del marcador No. 16).

Lugar donde se encontró Bascom con Cochise
En represalia, el Tte. George N. Bascom de Ft. Buchanan se entrevistó con Cochise y después tomó varios rehenes apaches con la idea de que le entregaran al niño. 

Esto, a su vez, provocó que los Apaches bajo Cochise se apoderaran de una diligencia, mataron a los mexicanos que la llevaban y se apoderaron de tres estadounidenses más, lo que llevó a que Bascom respondiera escalando aún más la violencia. 

El resultado fue que a fines de ese año todo el Sur de Arizona, al igual que Sonora, se había convertido en tierra de nadie.  Vino después la crisis financiera estadounidense que ahuyentó las inversiones mineras de Arizona, seguida por la Guerra Civil Estadounidense. El resultado fue el cierre de Fort Buchanan y el abandono temporal de Tubac. Unicamente quedaron funcionando desde Imuris por el Sur y Tucsón por el Norte, el rancho de Pete Kitchen (situado actualmente al Norte de Nogales, Arizona, inmediato al punto en que se unen el periférico de la ciudad vecina con la Grand Ave, que para este lugar se ha convertido en la carretera a Tucsón), además de la mina de Patagonia. Por otro lado, Mickey Free no logró ser rescatado, y ya de adulto se convirtió en explorador del ejército estadounidense.

Ignacio Bonillas en su juventud
Mientras, los mexicanos de Tucsón fueron desarrollando un sentimiento nacionalista. Ya he mencionado la comisión a Ignacio Bonillas por el Club Unión, de Tucsón, para que pronunciara el discurso oficial con motivo de la conmemoración del Grito de Dolores en 1878. En este discurso, Bonillas fue desarrollando la historia de la peregrinación Azteca, deduciendo, hoy sabemos erróneamente,  que fueron ellos los constructores de las grandes ruinas de Arizona. Continuó con la conquista por los Españoles  denunciando la corrupción del clero y los excesos de la Inquisición, para concluir su discurso con los once años de guerra que iniciara el Grito de Dolores y concluyera con la Independencia de México.

En 1882 se iría al Instituto Tecnológico de Boston a estudiar minería, y durante las vacaciones de sus años de estudiante le tocó trabajar en el entonces pujante Tombstone, en donde vivió un incidente impactante. Como era común entonces, las bandas de anglosajones se organizaban en un santiamén y tomando la ley en sus manos, atacaban a los mexicanos que tenían la mala suerte de ser acusados de algún crímen. Y así sucedió en esta ocasión, aunque el cónsul mexicano en el lugar, José María Corella, nativo de Banámichi, enfermo se levantó de su cama y habló con la banda de anglosajones que quería linchar a unos mexicanos acusados. Logró salvarlos, aunque el esfuerzo le costó la vida y murió en brazos del joven Ignacio Bonillas. 

Al regresar a Sonora después de tres años de estudio durante los cuales conservó su nacionalidad mexicana, Bonillas realizaría, como inicio de su desempeño laboral inicial en Sonora, los planos de los fundos legales de Nogales en 1884 y de Santa Ana; aunque eso se encontraba aún en el futuro.

Carlos Velasco en Tucsón
Otro sonorense que destacó durante estos mismos años fue Carlos Velasco. Nacido en Hermosillo, detrás del actual Palacio de Gobierno (en la esquina de Ignacio Allende y precisamente Callejón Velasco, nombrado así en su honor, en una casa cuya fachada se ha conservado) fue hijo de un prominente político sonorense, estudió en las mejores escuelas y se codeó con la élite sonorense de su tiempo, aunque durante el Imperio de Maximiliano emigró y se quedó en Tucsón, en donde fundó el periódico El Fronterizo, periódico que se convirtió en la voz de los expatriados desde 1878 hasta 1914. Después sería de los principales promotores de la Alianza Hispano Americana, que fue una asociación mutualista de mexicanos residentes en Estados Unidos. 

Esas fueron las respuestas ideadas por los habitantes locales a las circunstancias de su tiempo. Nadie podía prever que la década de 1880 cambiaría todo…

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