El Nogales de antes de la industrialización

Un augurio de la revolución poblacional ocasionada en Nogales por la industrialización, se puede lograr al comparar lo que sucedía localmente al empezar la década de 1950.

Por entonces, el recién establecido Perímetro Libre (1951) había ocasionado que todo Nogales quedara rodeado por una malla ciclónica que había sido construida 5 kilómetros alrededor de la población.

Además de esta cerca que rodeaba completamente a la entonces pequeña ciudad, se habían construido garitas en las salidas de Nogales, Sonora. Hacia el Sur, la garita del Perímetro Libre (o sea la que después de la industrialización se recorería hacia el Sur y conoceríamos como Km 21) se encontraba, ya afuera de la población de entonces, cerca de donde hoy se ubican las oficinas del SAT y de una embotelladora de refrescos actual, que por entonces se encontraba sobre la calle Ingenieros, entre Campillo y Ochoa.


Hacia el suroeste había otra garita construida también ese año para evitar el contrabando que se dirigiera rumbo a La Arizona o el Sáric, y estaba situada en donde hoy está la confluencia de la Avenida Tecnológico con la Ave. Club antena, o sea enfrente de la Funeraria Municipal, mientras que hacia Mascareñas se encontraba la única garita que ha quedado de entonces; una construcción que hay poco antes de llegar a la estación de rebombeo de por ese rumbo, poco más hacia el Este de la Colonia Lomas de Anza. De esta manera, todo Nogales, Sonora, estaba rodeado por garitas que cualquier nogalense que quisiera salir de esta población, tendría que cruzar y se suponía que disuadirían el contrabando.

Por entonces, la calle Morley, de Nogales, Arizona, se había convertido en la tienda que abastecía de muebles y de artículos no perecederos a toda la Costa del Pacífico de México. Y si un habitante del Sur de Sonora, por ejemplo, compraba un refrigerador, el agente de ventas le preguntaba que si para cuándo lo quería a la puerta de su casa en Hermosillo, Navojoa, en Mazatlán o Guadalajara. Es decir, las garitas construidas en Nogales no habían servido absolutamente para nada.

Y  por  otro lado, en Nogales, Sonora no había un sola tienda departamental en la que el sonorense pudiera comprar algún artículo no perecedero, ya que las tiendas departamentales empezaron a llegar a Nogales, Sonora, un cuarto de siglo después, cuando la población nogalense había empezado a crecer.

La única tienda de estufas o refrigeradores local era Combustibles de Ernesto Elías Cañedo, ubicada en Obregón y Vázquez, tienda que todos los nogalenses conocían por su logo que representaba una llamita de piloto. Fuera de ella, no había localmente una sola tienda que ofreciera muebles, ropa o algún otro artículo no perecedero al habitante local. Obviamente, la solución al problema del contrabando debería ser de mayor envergadura que las barreras físicas construidas.
Estufita de petróleo.

Poco antes de la inauguración de esa tienda de Combustibles, y como herencia de la segunda Guerra Mundial habían quedado en algunas casas unas estufitas de petróleo, apestosas y peligrosas, por lo que la gente prefería cocinar con leña, ya que eran muy pocos quienes podían darse el lujo de contar con una estufita Coleman de gasolina.

Como consecuencia, diariamente podía verse pasar por la calle algún camión cargado de leña que vendía en trozos de aproximadamente un metro de largo, camión al que seguían los leñadores, personajes pintorescos de un Nogales que se fue para siempre, y quienes mediante otra suma de dinero se encargaban de cortar los troncos que repartía el camión, convirtiéndolos en trozos más manejables,  además de quitarle alacranes, arañas y de servirnos de interlocutores a los niños de entonces.

En Nogales había únicamente una escuela secundaria fundada en 1930, y una preparatoria, las que intentaban satisfacer las necesidades educativas de un Nogales que en 1950 ni siquiera llegaba a los 25 mil habitantes, y que se extendía desde la frontera hasta donde hoy está más o menos IMFOCULTA. El actual Instituto Tecnológico de Nogales no surgía por entonces más que en la mente de algún impulsor de la educación

Sin embargo, la estructura de la sociedad sonorense y mexicana cambiaba aceleradamente. Durante la década de 1960, o sea a partir de diez años después, los habitantes urbanos igualaron a los rurales en México, en Sonora y en Nogales, por lo que el gobierno mexicano se vio en la necesidad de idear un programa para ofrecerles empleo seguro a esos mexicanos, y así fue que ciudades como Nogales se vieron profundamente alterados en su estructura social y de empleos con el surgimiento de las fábricas.

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