Continúan los escándalos fronterizos en Nogales por el problema chino

En el segundo escándalo por acusaciones de corrupción en el trato de chinos después del otro en que se vieron involucrados prominentes funcionarios mexicanos y en que nogalenses notables, tales como Cirilo Ramírez o Ismael Padilla, Maytorenista que llegaría a ser Gobernador Interino de Sonora, también salieron salpicados; éste otro ocurrido en 1901, en que ahora el acusado era el nuevo Colector de Aduanas de Nogales, William M. Hoey, la obligación del gobierno federal estadounidense era integrar un equipo aparentemente incorruptible. Así fue cómo el Depto de Justicia trajo a Nogales al Fiscal General del Este de Texas, Marcus C. McLemore, quien de inmediato ordenó el arresto de Hoey y su posterior enjuiciamiento por corrupción.

Aquí, en Nogales, se involucró en este nuevo escándalo a agentes federales estadounidenses, con una situación tan grave como el secuestro, a punta de pistola, de dos chinos residentes de Nogales, Sonora, Frank How y Ye Kim, para facilitar el proceso contra Hoey.  A How se le "convenció" para que confesara en el juicio contra Hoey haberle pagado a éste alrededor de $1,000 en sobornos, mientras que Kim diría que habia visto a Lee Sing pagarle otros $800.  La idea sería probar que el Colector de Aduanas hubiera permitido, ilegalmente el ingreso a Estados Unidos de un número de chinos. Con estas "confesiones" se preparó el juicio contra Hoey.

Sin embargo, la mentalidad de los fronterizos, escéptica y proclive a las confabulaciones, se alentó cuando el Inspector de Aduanas de Tucsón, Benjamin F. Jossey, un incorruptible perseguidor de chinos, aliado de Hoey en su lucha contra el contrabando de orientales, murió de un balazo auto infligido, accidentalmente según unos y según otros en forma deliberada, tras verse involucrado en el asunto.

Hanna y McKinley
trinchando el pavo de la Presidencia
Por otro lado, estaba la versión de los defensores de Hoey, quienes decían que éste no tenía necesidad de una fuente alterna de ingresos, ya que descendía de una familia rica. Agegando a lo anterior, en Tucsón corría el rumor que los problemas de Hoey no eran sino un plan elaborado en Phoenix para ayudar a una posible campaña presidencial estadounidense del Senador  Marcus A. Hanna, un promimente miembro del Partido Republicano, senador por Ohio, además de hombre de negocios, aliado y brazo derecho del Presidente estadounidense en ese momento, William Mc Kinley., y quien habia contribuido enormemente a la campaña política de Mc Kinley.

Esto se debía a que, de acuerdo con un reporte de prensa del que se supo por entonces, el administrador nogalense, Hoey, había escrito una carta de apoyo al Senador Albert J. Beveridge, de Indiana para la Presidencia estadounidense. Entre paréntesis, Beveridge destacaría como historiador, además de ser uno de los principales impulsores del Partido Progresista que llevó finalmente a Teodoro Roosevelt a la Presidencia estadounidense. La interpretación era que ahora el grupo de Hanna se quería cobrar ese apoyo.

Ya durante las audiencias previas al juicio, se intentó probar que Hoey había ayudado a 10 chinos que entraron a Arizona, cierta noche cerca del panteón de Nogales. Sin embargo, cuando les tocó declarar a How y Sing, éstos describieron su secuestro en Sonora, desdiciéndose de lo que habían confesado anteriormente, con la consecuencia de que ambos fueron liberados y de inmediato huyeron a Sonora.  Con ello, el caso contra Hoey quedó desmembrado.

Teodoro Roosevelt en 1901.
Pasó el tiempo, y en el juicio, que se llevó a cabo hasta 1902, como era de esperarse, el resultado fue que se declaró inocente a Hoey.

Para entonces, el Presidente estadounidense, William McKinley había nombrado a Frank  L Doan, de Ohio, para que reemplazara a Hoey en la Aduana de Nogales, nombramiento que fue confirmado por el Senado Estadounidense el 10 de diciembre de 1901.

Sin embargo, sucedió lo inesperado, y McKinley fue asesinado cuando acababa de iniciar su segundo periodo presidencial estadounidense, en septiembre de 1901, después de lograr el triunfo en la Guerra Hispano-Estadounidense, de promover tarifas proteccionistas de la industria de esa nación y de mantener el patrón oro, rechazando en consecuencia la herramienta de la inflación en la guerra financiera mundial. Con su muerte, su proyecto quedó desbaratado.

Lo reemplazó en la Presidencia Estadounidense Teodoro Roosevelt, y de esta manera fue cómo las ideas progresistas, promovidas por Hoyd, quien continuaría promoviendo el desarrollo minero en Sonora, ideas que se oponían  a los proyectos políticos de McKinley o de Hanna, surgieron nuevamente.

Sin embargo, la presidencia de Teodoro Roosevelt no sería la respuesta definitiva para el problema social chino, o aún el del papel que tendría Estados Unidos en el concierto mundial. aunque sí fue un preparativo de la respuesta de esa nación al complejo mundo que anunciaba el siglo XX.

Esto se daría años más tarde a través de la fórmula socioeconómica mundial de Woodrow Wilson, ya durante la revolución mexicana, solución que desembocaría a su vez en a la "pax americana. " Sin embargo, no es ese el tema de estos artículos sino el de los Chinos en Sonora. Debo decir, sin embargo, que los escándalos fronterizos, nogalenses muchos de ellos, continuarían hasta que México decidió en la década de 1930 darles una solución definitiva. Sin embargo, ese será otro tema, por lo que allí se queda esta disgresión.

Comentarios

Entradas más populares de este blog

Los Hohókam

La cultura Trincheras

El Culto a San Francisco en Magdalena