Las raíces misionales del Norte de Sonora y en Arizona

Los primeros misioneros en México traían consigo una mentalidad militante, dirigida a la conversión de los nativos americanos.  Acompañaron  a Cortés desde 1493 e iniciaron su labor evangélica desde 1523, después de la Caída de Tenochtitlán. Así sucedió con Motolinía o Sahagún

Santo Tomás Moro
Pero antes de seguir, debo explicar dos dimensiones sociales que se contraponen ya desde entonces. A  diferencia de la mentalidad laica española, que buscaba encontrar "tesoros  terrenales" como la Fuente de la Eterna Juventud, o Cíbola y Quivira, los misioneros intentaban  edificar el paraíso terrenal, es decir construir una sociedad perfecta sobre la tierra. No en balde el libro la Utopía de Santo Tomás Moro aparece entonces.

Además, por entonces regían a nivel mundial principios diferentes a  los que manejamos nosotros, que somos hijos de otras idelogias posteriores, tales como las de la Ilustración.

Uno de estos principios era de del ver al Rey como un Príncipe Cristiano, como heredero de Dios en la Tierra, tendencia que fue reforzada por la Bula "Universalis ecclesia regiminis", en la que el Papa Julio II, concedió, el 8 de julio de 1508 a los reyes el derecho de patronazgo sobre las regiones americanas, la que llevó a que surgiera, en los dominios españoles, la interpretación del Regio Patronato, que no es otra cosa que la concesión papal de que el rey regía, supremo, sobre los dominios españoles, ya que era el  representante de Dios sobre la tierra, y por lo tanto era dueño de todas o la mayoría de las facultades atribuidas a la Iglesia en el gobierno de los fieles en América.

No fue tampoco en balde que por entonces se emitiera la bula "Sublimis deus" por la que el Papa Paulo III, en 1537, prohibió la esclavitud del indígena americano, ya que éste se consideraba posteriormente como un ser racional, con alma: ésto, a su vez había influido en el Debate de Valladolid, en el que el misionero Bartolomé de las Casas argumentaba contra Sepúlveda y otros que sostenían que el indio no la tenía.

Esta construcción gradual de la dicotomía legal, religiosa y  terrenal, fue llevando "sobre la marcha" a una serie de disposiciones legales, tales como las «Ordenanzas de descubrimientos, nueva población y pacificación de las Indias" de  1573, por las  que la Corona fijaba un concepto más cristiano, más benéfico: el uso del término «pacificación» como contraposición al de «conquista», lo que llevó a reemplazar con la labor misional, de conversión, las antiguas "capitulaciones," vgr. las de Cortés, de Vázquez de Coronado, en las que la Corona le encomendaba a un caudillo la conquista de una determinada región, ya que  sólo contemplaban en forma secundaria, periférica, la de convertir a  los nativos de la misma y su  meta principal era hacerse de las riquezas halladas allí..

Así fue cómo la labor de conquista fue siendo reemplazada por otra labor callada, quieta, ordenada de los misioneros.  Ese fue el mecanismo de pacificación que se escogió para realizar en nuestra región. Es decir, el indio ahora se concibió como redimible, como convertible en un cristiano más a través de la labor misional, en vez de un ente al que se debía hacer desaparecer por las armas o por lo que fuera para lograr la conquista de esa región.

En nuestra región, en el Noroeste de la Nueva España, primero en Nuevo México y Chihuahua había iniciado su labor misional la orden Franciscana, a partir de las expediciones de Fray Marcos de Niza en 1539, hecho seguido por el establecimiento de varias misiones franciscanas allí, principalmente iniciando el siglo XVII, y únicamente quedaba virgen, quedaba por conocer el Noroeste de la Nueva España, Es decir, la región del Norte de Sonora y Arizona como se aprecia en el mapa adjunto, en que aparece en blanco nuestra región.

Por otro lado, mientras sucedía ésto, en el Sur del actual Estado, los Jesuitas habían iniciado su labor misional ya en la década de 1620, y para 1629 habían fundado Mátape, mientras que unos años después comenzaron su labor en el río San Miguel y el Sonora.

Pedro de Perea
Además, en los 1630 eran descubiertos los ricos yacimientos argentíferos de Parral, Chihuahua, hecho que provocó una bonanza poblacional al Noroeste de Nueva España. Todos estos factores influyeron en que aquí, en el Norte de Sonora y Sur de Arizona, se conjugaran entre sí modelos y métodos de pacificación menos violentos de cómo se había visto en el centro de Nueva España.,

Así que cuando se inició la labor de Pacificación en nuestra región, zona actualmente fronteriza entre Sonora y Arizona, ésta se presentó asociada con una serie de problemas, en la que primero los franciscanos se enfrentaron a los Jesuitas por conservar la primacía de la labor misional en esta región. En esta polémica participó el primer Gobernador de Nueva Andalucía (como se pretendía llamarle a nuestra zona), Don Pedro de Perea, quien había conseguido una capitulación para conquistar esta región; pero también tuvo consecuencias este distinto método de pacficación,  las que se manifiestan aún en nuestros días.

Sin embargo, el espacio se me agota, por lo que en el siguiente seguiré con lo sucedido entonces.

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