Nogales y el comercio internacional
No cabe duda, se aproximan tiempos inéditos, una época de la que ni siquiera durante la
revolución mexicana conocimos antecedentes ni en nuestro país ni en Estados Unidos.
Mientras
que en las elecciones federales de México, uno de cada tres electores votará
por primera vez el próximo mes de julio, al haber alcanzado la mayoría de edad; en la frontera de México, que es de
por sí zona donde se cotejan formas de vida tan diferentes entre sí como en
ninguna otra en el mundo, se avizora un agravamiento, tanto en lo interno, lo
nacional, como lo externo, lo internacional. Eso se puede percibir en las
noticias cotidianas. Ojalá y me equivoque.
La fórmula
de solución para el futuro, tanto en lo social como lo económico, fue diseñada por
nuestro país basándose en el libre comercio internacional. No podemos entender
de otra manera lo que pasó en México a partir de la década de 1970.
México
le apostó a satisfacer la demanda de empleo de las nuevas
generaciones a través de la oferta de trabajo para los miles de nuevos
mexicanos que únicamente traían como bagaje su edad. Eso fue todo.
Esa fue la
fórmula, esa la solución, temporal si se quiere, para comprar tiempo mientras
que se preparaban nuevas fórmulas económico sociales que comprendiesen también a nuestra
juventud.
Sin embargo, hoy se nos ha echado encima lo que percibíamos como lejano en el tiempo; mientras que vemos cómo se acerca el momento decisivo que, sea su resultado cual sea, la única certeza que nos ofrece, es que, al disiparse el polvo de la incertidumbre, todo habrá cambiado.
Sin embargo, hoy se nos ha echado encima lo que percibíamos como lejano en el tiempo; mientras que vemos cómo se acerca el momento decisivo que, sea su resultado cual sea, la única certeza que nos ofrece, es que, al disiparse el polvo de la incertidumbre, todo habrá cambiado.
Nogales es
puerto fronterizo con la nación vecina,
no únicamente sonorense, sino que es una ciudad cuya área de influencia le
corresponde a toda la costa occidental del país. Por aquí, por Nogales, pasa la
mayoría de los vegetales que se consumen durante los inviernos en todo el Oeste
de la nación más poderosa del mundo. Pero también, aquí es donde los jóvenes,
los nuevos mexicanos que vienen de las regiones rurales de México, de Sonora
mismo, de Sinaloa, de Chihuahua, aprenden a vivir bajo reglas de convivencia
social diferentes a las tradicionales. Todo esto cambiará, sea cual sea el
pronóstico para el futuro.
Estos datos, de inmediato nos dicen muchas cosas. A los sonorenses nos gusta considerarnos, como que vivimos en una de las regiones más adelantadas del país, además de que fuimos los abanderados de la revolución. Sin embargo, faltaría por determinar qué región es la que lleva la batuta nacional, tanto en población como en economía. Y de ello, sería necesario idear nuevos algoritmos para medir el nivel de felicidad de determinada región o ciudad.
Pero restringiéndome a nuestra región, obviamente no podría yo determinar cuánta de la población en la región occidental de México es afectada, en uno u otro grado, por nuestra ubicación geográfica. Sin embargo, es a todas luces obvio que una proporción considerable de esa población sí lo es.
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